La fórmula ganadora utilizada por la selección es muy sencilla: jóvenes que, combinados con los hombres de experiencia, relucieron ese talento y esa hambre de triunfo que sólo ellos tienen, orquestados por una persona que cuenta con una buena preparación tanto dentro de la cancha como desde el banquillo.
En el ámbito futbolístico México ya dio un gran paso y todavía puede dar varios más. El país entero lo sabe. El país entero lo reconoce.
Ahora que demostramos que el cambio es y siempre ha sido posible, es la perfecta oportunidad para aplicar la misma fórmula ganadora al país y comenzar a decirle adiós a esos paradigmas que dictan que nunca vamos a ser tan buenos como los países desarrollados. Hay que alimentar esa vocecita en nuestro interior que dice: ¡Adiós paradigmas! ¡Ya no más!
¡Vamos por todo, México!
Escrito por Mauricio Alejandro Valdés Gal ván, LAE.
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