Actualmente, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) un 47.4% de los mexicanos viven en condiciones de pobreza. Esto equivale a alrededor de 50,6 millones de personas que no tienen los recursos necesarios para mantener necesidades esenciales como alimentos, salud, educación etcétera.
Por otro lado la corrupción en México es un problema que afecta a todos los sectores de la sociedad. Según una encuesta realizada por KPMG México, el 44% de las empresas han dado pagos extraoficiales a algún servidor público con el fin de lograr agilizar trámites, obtener permisos, evitar abusos, o lograr licitaciones. Además, el 67% de las empresas piensa que la corrupción afecta su competitividad, debido a que como a algunas personas les puede facilitar sus asuntos, a otros se los dificulta.
Un ejemplo de cómo la corrupción cuesta más de lo que aporta es cuando un funcionario roba dinero de un presupuesto para la creación de alguna obra en beneficio de la sociedad. Esto tiene un efecto multiplicador, ya que lo que se invierta en la sociedad se irá duplicando de valor conforme vaya fluyendo en la economía. De igual forma, si un funcionario extrae del gasto público una cantidad, lo que logra es que este dinero que iba a ser depositado en la economía sea disminuido, lo que evita el crecimiento.
Es importante que existan personas comprometidas con su trabajo y con realizarlo de una manera ética. Como menciona el biólogo y médico francés, Alexis Carrel: “El sentido moral es de gran importancia. Cuando desaparece de una nación, toda la estructura social va hacia el derrumbe.”
Escrito por Andrea Mariell Hernández Iracheta, LEM.
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