miércoles, 7 de abril de 2010

¿Qué pasó con todos los sueños?


Es fácil empezar a criticar y a juzgar a aquellos que llevan el mando de un país. ¿Quién no ha acusado de corruptos o mentirosos a los políticos por lo menos una vez en su vida? Es verdad que en conjunto los latinoamericanos hemos visto una realidad muy diferente a la de los países más desarrollados; una realidad llena de dolor y pobreza que aún no ha cambiado.

Al independizarnos, encontramos orgullo en nuestra identidad mestiza y nos caracterizaba la voluntad y el anhelo de crecer y progresar. Estos sentimientos se vieron reflejados en grandes figuras como José Martí, Simón Bolívar, Miguel Hidalgo, entre muchos otros, pues la lista es inagotable.

¿Entonces qué pasó con todos esos sueños y anhelos? Siguen ahí, un pequeño pedazo en cada uno de nosotros, como un rompecabezas. Si nos sentimos avergonzados de nuestros gobiernos, ¿por qué no cambiamos nuestras actitudes y formas de pensar? Cada uno de nosotros es un componente de la sociedad y si actuamos con ética, moral, dignidad y confianza, podemos cambiar a la sociedad.

Dejemos de refugiarnos en excusas tontas y empecemos a dar la cara. Si ellos nos hicieron orgullosos ¿por qué no podemos ser personas de las cuales aquellos grandes caudillos, que dieron su vida por un mejor futuro, se enorgullecerían? El cambio está en nuestras manos sólo que nos rehusamos a aceptarlo y tomar responsabilidad.

Escrito por Grecia Ilusión Cardona Moscoso, LAF.

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