miércoles, 21 de abril de 2010

Para ser un ciudadano de 10

Ante la ola de violencia que se vive actualmente en el país, es pertinente recordar un artículo titulado "Para ser un ciudadano de 10", escrito por Luisa García y Jessica Castañeda en la sección Vida! de El Norte, en agosto de 2008. El artículo da 10 consejos de expertos para que los ciudadanos comunes podamos hacer cambios trascendentales en la sociedad. Todo comienza con que nos autoevaluemos y veamos que realmente nos conviene hacer las siguientes cosas:

1. Cuida el medio ambiente.
Usar menos energía en la casa, el automóvil y la escuela. No tirar basura. No importará cuantas guerras contra nosotros mismos ganemos si no tenemos una casa a la cual regresar.

2. Ten valores cívicos.
Buscar una buena calidad de vida a través de valores cívicos como el respeto, la tolerancia y el apego a la ley. Dialogar en lugar de pelear nunca le hizo daño a nadie.

3. Respeta otras creencias.
Al menos el 90% de la población de Nuevo León es católica, pero aún así existen más de 410 asociaciones religiosas en el estado. Todos tienen derecho a practicar su fé (o la ausencia de ella) sin ser discriminados ni juzgados.

4. Aboga por los derechos humanos.
Proteger la vida, la dignidad, la igualdad y la libertad de los conciudadanos. Convertir las relaciones inmaduras y jerárquicas en maduras e igualitarias ayuda a buscar el bien común.

5. Protege a los animales.
Alimentarlos y limpiar tras de ellos no es todo lo que necesitan, hay que educarlos y cuidarlos para que no sean una molestia para nadie. Ayudarlos si se les daña accidentalmente y reportar a quienes lo hagan deliberadamente.

6. Rechaza la violencia.
La violencia destruye comunidades y pone en peligro la vida y la integridad de las personas. Una persona violenta debe buscar ayuda, y quien sufre de violencia debe buscar ayuda. http://www.vivemejor.org.mx/.

7. Cumplir tus obligaciones.
La ética debe ser esencial para la convivencia entre las personas, ya que su ausencia rompe el tejido social. Respeta las señales de tránsito, paga tus impuestos y multas, no des "mordidas".

8. Levanta la voz y exige.
Elegir a las autoridades no es suficiente, hay que vigilarlas. Denuncia irregularidades. Aunque haya temor, se debe alzar la voz. Una marcha demuestra que hay algo que está mal en la sociedad.

9. Participa.
No sólo se debe exigir, también debemos llevar a cabo nuestras responsabilidades para con el gobierno. La participación ciudadana es parte del Plan Nacional de Desarrollo. Esto incluye tener cultura de la denuncia, así como tener una credencial de elector en regla y acudir a votar cuando sea tiempo de hacerlo.

10. Valor al otro.
Recuerda que cada quien tiene algo que dar y algo que hacer. Así como es nuestro deber usar nuestros talentos para mejorar a la sociedad, debemos empatizar con quienes tienen talentos diferentes a los nuestros y valorar sus posibilidades tanto como las nuestras.

Escrito por Francisco García González, LRI.

lunes, 12 de abril de 2010

Evento IPEA: ¡Actúa Ahora!


Lugar: Aulas 6, 206.
Día: 15 de abril de 2010.
Hora: 3 PM a 6 PM.
Costo: Totalmente gratuito.
Tres Conferencias:
- "Liderazgo Social" de Javier Prieto de la Fuente, Director de la Cátedra de Liderazgo del Tecnológico de Monterrey.
- "México Sin Corrupción" de José Rodrigo Abud Madrid y Enrique Raúl Alanís Dávila, fundadores de la organización México Sin Corrupción.
- "Ética en nuestros días" del Ing. Jorge Morton Barrera, de Dalmec S.p.A.

¡Acompáñanos!

Negligencia Laboral

La negligencia laboral se presenta cuando en alguna empresa o área de trabajo no se toman las medidas de precaución adecuadas para mantener la seguridad y no atentar contra la integridad de ningún empleado, independientemente del giro de la empresa, ya sea pública o privada.

Este tipo de negligencia es escasamente perseguida en México como se debería, ya que no hay normas ni leyes suficientes ni adecuadas que indiquen, por ejemplo, el camino correcto de cómo construir un edificio o cómo mantenerlo impecable en el ámbito de la seguridad laboral. En muchas ocasiones el mal manejo del equipo de trabajo puede terminar en accidentes muy graves. Esto se puede deber a la ignorancia del empleado o a la mala comunicación entre este y el personal de la empresa.

En lo personal, opino que este tema es de suma importancia, principalmente porque nos incluye a todos en cierta etapa de nuestras vidas, y segundo porque no es justo que por la incompetencia de unos, muchos otros se vean afectados directa o indirectamente por una acción o falta de esta.

Dentro de este asunto tan difícil y a la vez casi imperativo de tratar, encontramos subtemas que a la vez incluyen variables que se presentan a lo largo de cualquier investigación, así como temas relacionados a este. Citando unos ejemplos, listo los siguientes: Tipo de empresa, la seguridad que se maneja, las leyes y/o normas que rigen la seguridad en una empresa, etcétera.

La negligencia laboral se puede relacionar específicamente con algún otro tipo de negligencia, siempre y cuando se incluya la manera en que se maneja información, equipo de trabajo, interacción con clientes y empleados, normas, entre otros puntos.

Escrito por Patricio Barrera Valdez, IMD.

domingo, 11 de abril de 2010

Persigamos Nuestros Recuerdos

Qué recuerdos, nuestros o de nuestros padres, cuando salíamos en total libertad a jugar a las calles por las noches. Qué recuerdos de cuando éramos niños y podíamos estar en la calle jugando futbol o platicando con los amigos a medianoche sin que nuestra madre nos dijera que nos metiéramos. Qué recuerdos de aquellos días cuando el amigo del hermano de un conocido tenía problemas de drogadicción y nos asustábamos al oír esto. Qué recuerdos de cuando veíamos preocupados en televisión el asesinato de una persona. Qué recuerdos, incluso, de lo raro que era encontrarse a algún agente de tránsito que te pidiera dinero. Qué recuerdos…

Ahora las calles donde solía haber niños jugando están vacías. Ahora, siendo jóvenes y no niños, podemos ver a nuestros padres llamándonos preocupados al celular desde las 11¨PM, para ver si estamos bien. Ahora la gran mayoría de nosotros puede decir sin ningún problema que conoce o conoció a alguien con problemas de drogadicción. Hemos hecho parte de nuestra cotidianidad el ver en la televisión las muertes de personas ajenas a nosotros. Ahora es muy raro encontrarse a algún agente de tránsito que de verdad quiera infraccionarte.

Es una lástima que, en lugar de haber progresado positivamente, haya ocurrido lo contrario. Qué lástima que por tanto tiempo hayamos adoptado como parte de nuestra vida cotidiana todo lo que actualmente está ocurriendo a nuestro alrededor.

Compañeros, no perdamos la fé ni la ilusión de poder volver a aquellos tiempos en los que, me atrevo a decir, vivíamos tranquilos. En cada uno de nosotros está el construir las columnas que den soporte a la estructura de una sociedad que está actualmente en ruinas.

Como dijo Henrik Johan Ibsen, el poeta y dramaturgo noruego: “Las verdaderas columnas de la sociedad son la verdad y la libertad”. Los invito a que sigamos construyendo estas columnas para poder volver a ver, algún día, a nuestro México tranquilo.

Escrito por Tomás Castro López, ITC.

sábado, 10 de abril de 2010

Silent Hill México


Silent Hill es un videojuego que fue adaptado a una película con el mismo nombre en 2006. Es sobre un pueblo fantasma donde las personas no pueden estar afuera de sus casas al anochecer, debido a que cosas muy peligrosas rondan afuera. Lo que le espera a cualquiera que esté en las calles cuando el sol se pone es una muerte inminente.

Será una exageración, pero ¿acaso la situación en nuestro país no está poco a poco tomando este concepto? En muchas ciudades de México la gente ya no se arriesga a salir de noche, por miedo a terminar en un hospital o una morgue.

Nuestra libertad está siendo violada cada vez más, y lo único que podemos hacer es esperar encerrados en nuestras casas. Lo peor es que la naturaleza humana provoca que perdamos esa capacidad de asombro. A las personas que viven en esta clase de ciudades les parece un común hablar de balaceras, drogas, secuestros, muertes de inocentes y demás; como si fuera otro tema trillado.

Si no se hace nada, México será un gran Silent Hill, dominado por las armas de fuego y la terquedad. ¿Qué clase de país sería éste? Un atentado directo contra la libertad individual, una burla a todo por lo que nuestros antepasados han luchado.

Mi objetivo no es causar más miedo, sino reflexión. La mayoría de las personas permanecen dormidas, ignorantes de la magnitud del iceberg contra el que vamos a estrellarnos. La mayoría de las personas permanecen expectantes, esperando a que nuestro incompetente gobierno atrape a un monstruo que todos ayudamos a crecer, que está bajo el poder de unos cuantos cuya visión no se extiende más allá del dinero y del poder.

La moneda aún sigue en el aire. ¿Cuál cara de la moneda prefieren? ¿La de una sociedad sana, unida y en progreso? ¿O una donde lo único que quede es estar quieto, encerrado y lamentarse de nuestros errores?

Escrito por Mauricio Alejandro Valdés Galván, LAE.

Extorsiones en Monterrey

Últimamente he sabido de por lo menos cinco compañeros y amigos que estudian en nuestro campus a quienes delincuentes han tratado de extorsionar. Me ha llamado la atención como esto se está haciendo muy común, como nunca antes.

Cuando platicaba de esto con algunos amigos y conocidos que han pasado por esta situación, notamos que los extorsionadores actúan de una manera similar: haciéndose pasar por un sargento o bien como un líder de algún cártel de tráfico de drogas. También pueden decir que saben que alguna persona de tu familia, con su nombre y apellido los esta denunciando y si no pagan alguna cantidad a determinada cuenta bancaria, tendrán que pagar las consecuencias. En algunas ocasiones intentan hablarte de manera amable para intentar sacarte información de tus padres, su número de celular, dónde trabajan, tu dirección, etcétera.

Lo que la mayoría de mis conocidos a quienes les pasó esto hizo fue no dar ninguna clase de información; sólo responder que no sabían nada o que era un número equivocado. Muchas veces ellos no saben más que el nombre del dueño del teléfono.

La mayoría de las personas a las que les ha pasado esto y no han sido extorsionadas, es porque han colgado e ignorado al extorsionador. De momento esto parece haberles funcionado, ya que sólo se trataba de alguna persona que intentaba engañarlos. Pero dada la ocasión en que sí sepan algo sobre uno, ¿que pasaría entonces si se les ignora? ¿Cómo podemos prevenir esta problemática? No lo sé, pero una sugerencia es tener un identificador de llamadas y nunca contestar llamadas de teléfonos públicos. Espero esto les ayude en el futuro y que nunca tengan que enfrentar un problema de este tipo.

Escrito por Eusebio de Jesús Castro Solís, LCPF.

miércoles, 7 de abril de 2010

¿Qué pasó con todos los sueños?


Es fácil empezar a criticar y a juzgar a aquellos que llevan el mando de un país. ¿Quién no ha acusado de corruptos o mentirosos a los políticos por lo menos una vez en su vida? Es verdad que en conjunto los latinoamericanos hemos visto una realidad muy diferente a la de los países más desarrollados; una realidad llena de dolor y pobreza que aún no ha cambiado.

Al independizarnos, encontramos orgullo en nuestra identidad mestiza y nos caracterizaba la voluntad y el anhelo de crecer y progresar. Estos sentimientos se vieron reflejados en grandes figuras como José Martí, Simón Bolívar, Miguel Hidalgo, entre muchos otros, pues la lista es inagotable.

¿Entonces qué pasó con todos esos sueños y anhelos? Siguen ahí, un pequeño pedazo en cada uno de nosotros, como un rompecabezas. Si nos sentimos avergonzados de nuestros gobiernos, ¿por qué no cambiamos nuestras actitudes y formas de pensar? Cada uno de nosotros es un componente de la sociedad y si actuamos con ética, moral, dignidad y confianza, podemos cambiar a la sociedad.

Dejemos de refugiarnos en excusas tontas y empecemos a dar la cara. Si ellos nos hicieron orgullosos ¿por qué no podemos ser personas de las cuales aquellos grandes caudillos, que dieron su vida por un mejor futuro, se enorgullecerían? El cambio está en nuestras manos sólo que nos rehusamos a aceptarlo y tomar responsabilidad.

Escrito por Grecia Ilusión Cardona Moscoso, LAF.

sábado, 3 de abril de 2010

2010, Año de la Revolución Cultural

Día tras día escuchamos o vemos noticias acerca de una gran y muy diversa cantidad de delitos, pero también sabemos que muchos de ellos terminan en la impunidad, debido no solo a la capacidad de nuestras autoridades (que no discutiré ahora), sino a que las personas son incrédulas ante el poder de la ley.

El pueblo mexicano conoció la ley escrita a partir de la Conquista española, el problema fue que no buscaba la igualdad de condiciones, sino simplemente el beneficio de España. De aquí que las antiguas generaciones se vieran obligadas a quebrantar la ley en su anhelo de alcanzar una equidad de condiciones.

La lucha contra la ley ha venido evolucionando y la única forma de frenar este proceso es eliminar por completo esta idea. No hay otra forma de realizar esto además de la mano dura, dar altas sanciones a quienes vayan en contra de la ley y a la vez publicar los casos más importantes para cambiar la visión que la sociedad tiene sobre la misma.

Hasta el momento, la autoridad flexible no ha funcionado. Además es importante señalar que el proceso de ‘mano dura’ no puede ser eterno, pero sería la plataforma perfecta para cambiar la visión de la ciudadanía.

Lo más importante es conocer que el tiempo de actuar llegó. No se debe dejar las cosas a las futuras generaciones, pues solo acrecentará el problema. Es vital educar a los adultos, pues a final de cuenta el mundo no es regido por niños, sino por mujeres y hombres que deberían actuar conforme a lo establecido por la ley.

Si en 1810 se dio comienzo a la lucha por la independencia de un Estado con la esperanza de prosperar y en 1910 un pueblo desunido buscó mediante las armas un mejor país, ¿por qué el año 2010 no puede dar inicio a una revolución cultural de un pueblo unido? Una revolución que no necesita de balas y pistolas, una revolución que solo requiere de la voluntad de más de 100 millones de mexicanos que desean un mañana mejor, un México con aspiraciones que busca oportunidades para todos.

Escrito por Irving David Martínez Silva, LAF.