jueves, 19 de agosto de 2010

Masculinismo: La Paternidad y los Prejuicios Sociales

Aunque esta es una realidad muy frecuentemente ignorada por la sociedad, los hombres también son víctimas de discriminación de género. El debate sobre la discriminación contra los hombres abarca temas tan diversos como el hecho de que las mujeres tienen derecho a escoger si quieren ser madres, pero los hombres no tienen voz en esa decisión, y pueden ir a la cárcel simplemente por no poder pagar la manutención de su hijo. Además, a las mujeres se les da una ventaja notable en los procesos penales, donde a un hombre se le puede dar una sentencia más severa por los mismos crímenes sólo por ser hombre. En este ensayo, con la ayuda de los artículos escritos por Mireya Navarro, “La vida de soltero incluye una familia”, y Joel Leyden, “Activistas de los derechos de los padres confrontan discriminación en custodia de hijos con videos”, nos concentraremos en el hecho de que la sociedad discrimina a los papás cuando intentan salirse de su rol de proveedores de recursos, y que los hombres también pueden criar hijos por sí mismos.

El artículo “La vida de soltero incluye una familia” de Mireya Navarro habla sobre cómo cada vez hay más padres solteros en Estados Unidos que además tienen un trabajo de alto rango en empresas de renombre. Esto, por alguna razón, impresiona a muchas mujeres que asumen que la maternidad y la crianza de los hijos son procesos biológicos que se les deben reservar a las mujeres. La evidencia psicológica, por el contrario, dice que la crianza de los hijos es un proceso social. Así como el hecho de que una mujer críe a un hijo por sí sola no produce estragos en el desarrollo del niño, un padre soltero puede hacer el trabajo igual de eficazmente (Navarro 2008). Cada vez hay más padres solteros homosexuales y heterosexuales, y el hecho de que contraten a una madre sustituta para tener hijos biológicos por sí mismos ya no se limita a casos extraordinarios.

El hecho de que se considere a un padre soltero como una anomalía en la sociedad y que se alegue que el proceso de crianza de los hijos es biológico porque sólo una mujer puede hacerlo son alegaciones arcaicas y de una mentalidad muy cerrada. Los padres solteros son una realidad, y aún así, muchos países como México no tienen legislaciones que permitan a un hombre soltero adoptar a un niño, ni para proteger de la discriminación a los padres solteros. Mientras despedir a una madre soltera de su trabajo por el hecho de ser madre soltera es un delito; los padres solteros pierden oportunidades laborales todos los días, y son despedidos con excusas tan simples como “falta de compromiso con el trabajo.” Aunque las personas que están teniendo hijos hoy en día vienen de una generación que cree en la igualdad de género, tienen que lidiar con objeciones estereotípicas y atrasadas a la paternidad fuera de una relación amorosa con una mujer.

En el artículo “Activistas de los derechos de los padres confrontan discriminación en custodia de sus hijos con videos”, por el autor israelí Joel Leyden, se mencionan estudios que demuestran que los niños que pasan tiempo con sus dos padres divorciados tienen mayores posibilidades de estar mejor adaptados a la sociedad cuando crezcan. Además, el 70% de los niños que viven sin un padre en casa experimentarán la pobreza antes de los 11 años, y el 25% de los hombres en Estados Unidos son padres divorciados (Leyden 2008). Aún con estas cifras, los arreglos de custodia en la mayoría de los países tienden a favorecer a las madres de los niños simplemente por el hecho de ser mujeres. En la mayoría de los casos, sin siquiera una investigación a fondo del caso individual, la madre tiene mayores posibilidades de obtener la custodia individual de sus hijos, mientras el padre muy probablemente se convertirá en un simple “visitante.” Este arreglo tiende a causar mucha ansiedad innecesaria entre el padre y el hijo, pues los horarios de visita además tienden a no ser suficientes para que la convivencia sea genuinamente habitual.

En países conservadores como Israel, la ley protege a las madres pero no a los padres. Una mujer puede quitarle su hijo a un padre con una simple demanda de acoso sexual, sin necesidad de que haya investigaciones o algún tipo de juicio. Además, las mujeres pueden declarar que el padre de sus hijos es un simple “visitante”, sin tener que rendir cuentas ni dar pruebas de nada. En países como Israel, donde las leyes de custodia datan de 1962, hay muchas más probabilidades de le arrebaten sus hijos a un hombre que a una mujer, ya que esto se considera un secuestro sólo en el caso de que lo haga un hombre. Si una mujer deja a su esposo y se lleva a sus hijos, muy difícilmente será arrestada como secuestradora. México no se queda atrás, con leyes de custodia que son igualmente conservadoras. En muchos casos, los hombres que saben que sus esposas no son buenas madres atrasan sus procesos de divorcio para que sus hijos tengan mayor edad y no sean entregados a la madre por default.

Sobre el hecho de que los hombres también pueden criar hijos, Mireya Navarro menciona que ya no es una ocurrencia rara que un ejecutivo de alto rango en una empresa también quiera ser padre soltero. La realidad, según ambos artículos, es que la sociedad discrimina a los hombres cuando quieren salir de su rol prescrito de proveedores de recursos para una familia. En el momento en que un hombre decide tener un lado sentimental o criar un hijo por sí solo, como lo mencionan Mireya Navarro y Joel Leyden en sus artículos, la sociedad piensa que es aceptable tratarlo como un indeseable. En algunos casos, la ley incluso perjudica a los padres, sobre todo cuando pelean por la custodia de sus propios hijos. Puesto que se necesitan dos personas para procrear un hijo; es injusto que una mujer pueda arrebatarle sus hijos a un hombre impunemente sólo debido a su sexo.

Es una realidad que el sexismo afecta a ambos géneros e ignorarlo sólo resalta el hecho de que hay una gran parte de la sociedad (el 51% de las personas en el mundo son hombres) que está siendo marginada. Los padres solteros ya no son una novedad en las sociedades de países desarrollados. Está establecido que la crianza de los hijos es un proceso social, y llamarlo un proceso biológico sólo es una excusa para discriminar a los hombres que deciden hacerlo por sí solos. Hay que entender que la discriminación de género, y específicamente la forma en que se intenta luchar contra ella dándoles ventajas injustas en áreas específicas a las mujeres, también afecta a los hombres. Discriminar a los hombres para beneficiar a las mujeres no ayuda a nadie. La igualdad de géneros nunca será completamente posible porque personas de diferentes géneros son diferentes, pero es necesario entender que perjudicar a uno y beneficiar a otro en asuntos completamente diferentes no hará que la balanza quede más cerca del equilibrio. La verdadera equidad de género empezará cuando hombres y mujeres puedan tratarse de forma justa y sin prejuicios basados en cosas que no pueden cambiar, como si uno es hombre o mujer.

Father's Rights Activists Confront Child Custody Discrimination With Videos. [Israel News Agency]
Single men want a child, but the relationship can wait. [The New York Times Online]

Escrito por Francisco García González, LRI.

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