Recientemente distintas ciudades de estados como Tabasco, Chiapas, Veracruz y anteriormente Nuevo León, han sido afectadas por las fuertes lluvias que arreciaron en el país. Si bien catástrofes como estas probablemente fueron ocasionadas debido a los cambios climáticos provocados por la falta de conciencia ecológica, ese es un tema que se discutirá en otra ocasión. Lo que quiero destacar ahora es la ayuda brindada por los mexicanos hacia quienes más lo necesitan en estos momentos. Hoy es el momento de apoyar a nuestros hermanos damnificados, a todo aquel que perdió sus pertenencias materiales o peor, a alguno de sus familiares. Hoy es el día de ayudar. Hoy más que nunca debemos ser solidarios, y no pensar “hoy por mí, mañana por ti,” sino simplemente dar hasta que duela.
Si bien la ayuda ha sido mucha, aún no es suficiente. Debemos seguir apoyando, inclusive en la ciudad de Monterrey (afectada ya hace algunos meses por el huracán Alex) continúan personas viviendo en albergues, pues no cuentan con otro lugar disponible para vivir. Ahora es tiempo de que llueva, pero no más agua, sino alimentos no perecederos, pañales, leche condensada, medicinas, en fin, todos los artículos de primera necesidad. Así es que ahora es cuando debe llover ayuda a toneladas. Si el agua fue mucha, el apoyo debe ser aún mayor.
Finalmente, hago un llamado de atención para nuestras autoridades, pues han existido denuncias de malos tratos en los albergues, sobre todo en Nuevo León. En Veracruz incluso se ha politizado la ayuda. Esto no se puede permitir, pues como ya lo dije y no me canso de repetirlo, ahora no es momento de ver por cada uno de nosotros, sino por el bien común.
Así es que a apoyar se ha dicho, y no dejen que la lluvia de ayuda pare. Que siga lloviendo el amor de los mexicanos por sus hermanos, ya que están más necesitados ahora.
Escrito por Irving David Martínez Silva, LAF.
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