lunes, 26 de septiembre de 2011

sábado, 26 de febrero de 2011

La tolerancia como camino hacia la paz.

“Personas erradas, usan la religión en forma errada. Como resultado de ello, la religión contribuye a mayores luchas y mayores divisiones.” SS El Dalai Lama

Fue de SS El Dalai Lama, durante una transmisión en vivo de una conferencia en Stanford, donde escuché por primera vez que el problema humano básico es la falta de comprensión, mientras que este problema subsista, también subsistirán los demás problemas y si se resuelve podremos esperar días más felices.

Una forma de comprensión y de tolerancia es el diálogo interreligioso que, de mi punto de vista, es vital para el entendimiento intercultural. El diálogo interreligioso es pues la piedra angular de en la búsqueda de la paz. Me gustaría profundizar en esta afirmación, pero lo dejaré para una entrada posterior.

En las últimas semanas el mundo ha recibido un sinnúmero de noticias del Medio Oriente y el Norte de África, algunas de ellas con resultados positivos y otras tantas que aún están en progreso. Entre las últimas se encuentra el caso de Bahrein, un pequeño estado cuatro veces mayor que Washington DC, el pequeño rombo de 10 millas cuadradas, cuya población es de apenas 1.2 millones de habitantes.

Durante su visita a Monterrey hace unos pocos días, el ex Primer Ministro de la Gran Bretaña, Tony Blair, también fundador de la ‘Tony Blair Faith Foundation’ reiteró la importancia de este diálogo interreligioso, pues muchos de los conflictos que afligen al mundo hoy en día son causados de manera directa o indirecta, por las diferencias entre sistemas de creencias. Como ejemplo mencionó el caso de Egipto, pues si se hubiera tenido en cuenta el trasfondo religioso del problema, se podría haber evitado la escalada del conflicto a la escala con que lo pudimos observar en los noticieros.

Es pues un caso similar el de Bahrein, aunque un poco más fácil de tipificar, es por esto que haré uso de este caso para sustentar la idea principal de este brevísimo ensayo, el diálogo interreligioso como camino hacia la paz.

Dentro del Islam existen aproximadamente 75 corrientes diferentes, dos de las más importantes son los sunitas y los chiítas. Ambas corrientes nacen tras la muerte de Mahoma, donde tomaron caminos separados. Corriendo el riesgo de sobre simplificar estas complicadas diferencias, me voy a limitar a la estructura de su fe, pues los chiítas eligieron a un líder religioso y los sunitas consideraron que tras la muerte del último profeta, tener un líder religioso no era necesario.

Es esta pues una de las principales diferencias, que resulta importante en un país donde los chiítas representan el 70% de la población bajo una monarquía sunita. Sabemos que la lucha por un gobierno justo es importante para el pueblo, pero si logramos entender los problemas de fondo, la solución del problema se vuelve aún más sencilla. Es así que solución del conflicto en el país antes mencionado se podría limitar al diálogo interreligioso, aceptando las similitudes y razonando las diferencias entre los sistemas de creencias. Y es así también como concluyo esta aportación, reiterando la importancia del entendimiento de los diferentes sistemas de creencias en el siglo XXI.

Escrito por Rubén Velázquez Treviño LIN

lunes, 14 de febrero de 2011

Autonomía y heteronomía

Hace aproximadamente dos semanas acudí a un seminario de ética intercultural impartido por Norbert Bilbeny. De todo el contenido del seminario, que incluía información interesante y ofrecía una clara perspectiva de la ética, hubo un punto en particular que creo es importante mencionar.

Bilbeny menciono que para tener una ética intercultural hay que seguir tres principios (basándose en Immanuel Kant):

· Reversabilidad

· Reciprocidad

· Reflexividad

En el segundo punto, Bilbeny mencionó que es importante que nos desarrollemos como personas autónomas y heterónomas al mismo tiempo.

La autonomía moral es el regirse por normas internas y tomar en cuenta la buena voluntad, mientas que la heteronomía es regirse por normas externas. Bilbeny aseguro que estos dos conceptos no deberían ser suplementos, sino complementos en una persona.

Es cierto que los seres humanos tenemos libre albedrío y que debemos de poder ser capaces de ejercerlo, sin embargo, igual de cierto es que vivimos en una sociedad. Por más que se quiera, nuestras acciones afectan a personas ajenas, por lo tanto: ¿No sería adecuado tomar en cuenta las reglas de las demás personas también?

Más allá de las aplicaciones que este concepto de personas autónomas y heterónomas puede ofrecer a la ética y la moral, éste concepto tiene el potencial para extenderse a la mayoría de los aspectos que nacen de vivir en sociedad.

Muchos problemas actuales nacen de la excesiva autonomía que una persona ejerce, o de la heteronomía tan estricta que los gobiernos pretenden lograr. Es importante lograr un balance entre estas dos, un balance que brinde libertad sin perjudicar a otra persona, un balance que permite la convivencia de uno con el otro.

Escrito por Mirna Elizabeth García Torres, LEM.

sábado, 22 de enero de 2011

¿Cuándo llegará la muerte del “Kirchnerismo”?

“… Muchos han dicho que este es mi momento más difícil, en realidad es otra cosa, este es mi momento más doloroso, el dolor es algo diferente a las dificultades o a las adversidades…”
Cristina Fernández de Kirchner

Desde el fallecimiento, el pasado 27 de octubre, de Néstor Kirchner, entonces Secretario General de la UNASUR y ex presidente de Argentina, he tenido la intención de escribir algunas líneas sobre lo que, muchos dicen, será el fin del “Kirchnerismo”.

El kirchnerismo es una corriente iniciada por Néstor Kirchner cuando llegó al poder en 2003, es una evolución o, como creo yo que debería verse, una corriente dentro del peronismo, ya que nació de las doctrinas del partido peronista o justicialista, al cual Kirchner pertenecía. Esta nueva corriente tiene una tendencia de izquierda, siendo su principal característica la lucha por los derechos humanos; aunado a esto, el movimiento se opone al neoliberalismo económico, respaldando su postura con el riguroso rechazo a los tratados comerciales internacionales con naciones fuera de su área de influencia. Sin embargo, es un leal defensor del desarrollo económico de la región y respalda fielmente a MERCOSUR, que está integrado por naciones que comparten ideales políticos y económicos similares, como es el caso Brasil, pues sabemos que ambos expresidentes, da Silva y Kirchner, entablaron una cercana amistad.

Si bien el movimiento, como osé llamarlo anteriormente, fue fundado por Néstor Kirchner, su esposa y actual presidenta de la Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha mantenido durante su gobierno los ideales de su esposo, a tal grado que los analistas políticos reiteran que Kirchner, como Fernández llama a su esposo, seguía siendo el poder detrás del trono, al menos en cuanto a la política económica se refiere. Sobre esto me gustaría señalar que durante el gobierno de Néstor Kirchner el pueblo vio un crecimiento económico acelerado, del cual Kirchner sacó ventaja, pues en realidad se trataba de la bonanza de los esfuerzos realizados durante la administración de Eduardo Duhalde.

Es aún incierto lo que pueda pasar tras la muerte del ex presidente, puesto que Cristina Fernández es política por derecho propio. Y apenas pasados unos meses de la muerte de su conyugue, Fernández ya ha hecho cambios que le han traído un incremento en popularidad, llevándola al nivel más alto durante su administración. Algo especial que me llamó la atención durante una entrevista, en la cual su interlocutor la confrontó al preguntarle cómo lidiaba con una madre peronista y un hijo radical, fue su simple respuesta, no se puede ver la vida a blanco y negro, pues está llena de matices que hay que analizar y comprender. Así pues es como veo el futuro de su gestión, con una política llena de matices, mezclando sus raíces con sus ideas propias, logrando así un crisol único que posibilite el desarrollo que por años ha buscado el pueblo argentino.

Resta por ver si la presidenta Fernández tiene planes para continuar en el poder, pues se acercan las elecciones de 2011, y de ser así, si continuará con el legado de su esposo o marcará un nuevo camino para su país y posiblemente para la región, sea cual fuere su decisión, el kirchnerismo no morirá, sólo será ajustado a las demandas de un entorno cambiante.

Escrito por Rubén Velázquez Treviño LIN

Fuentes consultadas:
The Economist
El Universal
Youtube.com