
Las elecciones del pasado 4 de julio han cambiado el panorama partidista del país, pero no debemos dejar que la prensa nos convenza de que sólo hay una manera de verlo. Sí, han ganado coaliciones de la oposición en estados que, como Sinaloa y Oaxaca, previamente siempre habían sido una fuente, al parecer inagotable, de votos para el PRI, así como en Puebla, el cuarto electorado más grande del país. La otra cara de esta moneda es que además de perder las gubernaturas de estos tres estados, el PRI recuperó las de tres estados que ya habían pasado a la oposición: Zacatecas del PRD, así como Aguascalientes y Tlaxcala del PAN.
Es difícil pensar que estos son triunfos reales para la oposición, cuando estados como Tamaulipas y Veracruz siguen viviendo el México de antes de 2000. El PRI no debería ser un partido indispensable; como en Tamaulipas, donde mataron al candidato priista y tuvieron que reemplazarlo con su hermano. Según encuestas realizadas por
Milenio Noticias, el 66.2% de los tamaulipecos dijeron que el asesinato del candidato no afectaría su voto. No estoy justificando que se retiren candidatos de esta manera no democrática, pero creo que el partidismo no debería llegar a niveles en los que a las personas realmente no les importa lo que el candidato en sí hará por ellos. Como lo demuestra el
PREP de Tamaulipas, probablemente sólo votan por un partido que les gusta sin preocuparse por las implicaciones. Al mismo tiempo, el virtual ganador de la contienda electoral por la gubernatura de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa,
confirmaba a la prensa que el PRI tendría mayoría en el congreso del Estado después de un
PREP con “datos contundentes e irrefutables”. Es difícil que no sean irrefutables, después de todo, el actual gobernador Fidel Herrera muy probablemente
se aseguró de ello.
Además de esto, no hace daño saber un poco más sobre los candidatos de la oposición que están ganando en estas elecciones:
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Mario López Valdez, candidato de la alianza PAN-PRD-Convergencia a la gubernatura de
Sinaloa, es Licenciado en Contaduría por parte del Instituto Tecnológico de Los Mochis; apenas se desprendió del PRI para unirse al PAN
en marzo de este año.
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Gabino Cué Monteagudo, candidato de la alianza PAN-PRD-Convergencia-PT a la gubernatura de
Oaxaca, es Licenciado en Economía por parte del ITESM. Además cuenta con una maestría en Dirección Económica-Financiera por el Instituto Directivo de Empresas de Madrid y un doctorado en Hacienda y Economía del Sector Público por la Universidad Complutense de Madrid. Ha sido miembro del partido Convergencia desde 1994 y esta es la segunda vez que es candidato de una alianza opositora del PAN-PRD-Convergencia.
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Rafael Moreno Valle Rosas, candidato de la alianza PAN-PRD-Convergencia-PANAL a la gubernatura de
Puebla, fue miembro del PRI hasta 2006, cuando fue elegido senador para Puebla con el PAN. Es Licenciado en Economía y Ciencia Política por parte del
Lycoming College, así como Licenciado en Derecho por parte de la Boston University School of Law.
"Quién gana, quién pierde". [
Milenio Noticias]
Escrito por Francisco García González, LRI.