martes, 23 de febrero de 2010

Los Genes del Futuro

Los seres humanos regimos nuestro comportamiento en base a lo que los genes nos han dejado establecido. Por miles de años, nuestros genes nos han dictado preocuparnos sólo por el futuro inmediato. ¿Qué piel voy a usar? ¿Qué animal voy a cazar? ¿Con cuál hembra pasaré esta noche? Desde que el hombre comenzó a usar la razón, las cosas no han cambiado tanto.

Lo vemos todos los días y en todas partes. Las políticas sin visión, las declaraciones de personas famosas y populares, las fiestas descontroladas, las decisiones apresuradas, la infidelidad en el matrimonio, la postergación de actividades, el acumulamiento de deudas. Es increíble cómo el ser humano recurre a hacer cualquier cosa para asustar al monstruo (que si le dan tiempo e indecisión, devora), ignorando el hecho de que volverá cada vez más grande. El problema no somos nosotros, sino nuestro ADN. Pero como con todo problema, se puede y se debe alcanzar una solución viable.

Se llama planeación, un recurso menospreciado por muchos, el cual no sólo sirve para reducir el riesgo de las decisiones, sino también para generar resultados convincentes a corto y largo plazo. Las grandes compañías lo hacen y funciona, el gobierno no lo hace y por eso no funciona. Las personas tampoco lo hacen, cuando dependen de su apariencia física, de su posición en la sociedad; y luego se sorprenden y no saben qué hacer cuando éstos desaparecen.

Por supuesto este no es el caso de todos, pero las personas que no ven hacia el futuro nos están perjudicando. Es por eso que, como seres humanos, tenemos que seguir atravesando el proceso de evolución, ahora, para crear genes del futuro; de esta manera las generaciones siguientes serán más capaces de prevenir y afrontar crisis económicas, desastres naturales, nuevas enfermedades y demás situaciones que nos ahogan hoy en día.

El futuro necesita que pensemos en él.


Escrito por Mauricio Alejandro Valdés Galván, LAE.

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